Durante las pasadas elecciones del 2 de junio se vivió por primera vez en el país, una oportunidad única para que las comunidades mexicanas radicas en el exterior tuvieran una digna representación. La lucha que por muchos años mantuvieron colectivos, organizaciones, lideres y lideresas migrantes donde exigían estar presentes en la vida política de México se hizo realidad. Todo esto sucedió cuando el Instituto Nacional Electoral aceptó incorporar como acción afirmativa las candidaturas migrantes tanto en sus postulaciones a cargos de diputaciones locales, federales y senadurías. Si bien la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fue emitida desde las elecciones del 2021, fue hasta este año que los 32 estados, así como las diversas fuerzas políticas del país la incorporaran dentro de sus postulaciones.
Grupos organizados de migrantes como el Colectivo de Federaciones y Organizaciones Mexicanas Migrantes en EUA (COLEFOM), celebraron la gran oportunidad que representaba para miles de personas que viven fuera de México y que aún guardan la esperanza de contribuir en su país. Una de las primeras observaciones que se hicieron a estas candidaturas, fue lo laxo de los requisitos para postularse; pues para ser considerado candidato o candidata migrante tan solo se tendría que comprobar haber radicado 6 meses en el exterior. La comunidad migrante se indignó e incluso mencionó, que cualquier persona que hubiera entrado a EUA con un visa de turista podría cumplir con este requisito. Es por esto, que grupos de migrantes siguieron presionando para que llegaran los perfiles más aptos a estos cargos. El otro gran reto al que se enfrentaban fue la forma de elección de las y los candidatos, pues en la mayoría de los Estados serían electos por representación proporcional y no por mayoría de votos, siendo las únicas excepciones la Ciudad de México y Oaxaca. Esto resulta indignante pues aún siguen manteniendo sin voz a la comunidad migrante, que por muchos han tenido a flote el PIB mexicano por medio de las remesas.
“Cómo es posible que solo seamos héroes de México cuando mandamos remesas, pero ahora que pedimos que seamos dignamente representados, – los mismo partidos políticos-, hagan lo posible por usar esta acción afirmativa a su favor. Han metido a sus amigos o a sus familiares a estas candidaturas, cuando no son migrantes y mucho menos han padecido lo que nosotros al cruzar el desierto… donde hemos dejado casi nuestra vida”. Fueron las palabras de Saúl Rivera, un líder migrante indígena guerrerense al preguntarle sobre su sentir sobre las famosas candidaturas chocolates que se viven en su estado. El reclamó de Saúl no fue vació, pues tan solo unos días antes Fuerza Migrante, una plataforma que busca la participación de mexicanos en Estados Unidos, impugnó ante el Tribunal Electoral del Estado de Guerrero, la candidatura migrante por parte de Morena, pues este partido había colocado a dos personas que no contaban ni con trabajo en favor de la población y mucho menos eran migrantes, es decir, presentaron documentación falsa. Su único mérito es pertenecer al grupo político del actual Gobernador. Guerrero no fue un caso aislado se sabe que al menos hubieron otras dos impugnaciones en el país, una en diputación federal y otra en una senaduría. Lo más triste del caso es que con estos malos manejos, no solo dejan desprotegidos a una comunidad que ha y sigue dando mucho por México, dejando su vida en el desierto y en un país que constantemente los criminaliza, tan solo para luchar por una mejor vida para ellos y para los suyos.
México está en deuda con los más de 38.5 millones de mexicanos en Estados Unidos que siguen sin participar en la vida política de un país que los continua expulsando. La ausencia de una correcta representación hace que no se legisle en favor de los derechos de las comunidades migrantes. En Guerrero por ejemplo, se ha reducido el presupuesto destinado al programa 2×1 que sirve para incentivar los proyectos productivos impulsados por las comunidades migrantes o también “el cierre temporal”, – por falta de presupuesto -, que vive el programa estatal de apoyo al traslado de restos de guerrerenses manejado por la Secretaria del Migrante. Ha sido una lucha de años por parte de las y los mexicanos en el exterior, de hacer entender a las autoridades de que ellos y ellas también “cuentan” y que es importante que no solo simulen el interés hacia una comunidad dolida y defraudada por sus autoridades.
Las representaciones migrantes no solo es un cuota política, sino tiene la capacidad de luchar en tierra propia y en la ajena, a consensuar con la comunidad y sobre todo a poner en la mesa la necesidad de las y los migrante. Es por eso, que fue una gran decepción que en el estado de Guerrero, se haya nombrado a Lloyd Walton como el diputado migrante. Un personaje sin historial migratorio, que según sus redes sociales sus dos grandes actividades recientes son; el repartir despensa a colonias afectas por el huracán Otis y haberse vestido de morado en el Día Internacional de la Mujer. Una gran vergüenza para toda la clase política en Guerrero, cuando miles de guerrerenses luchan día a día para sobrevivir a todas las adversidades que se les presentan. Tal es el caso de Hugo, originario del municipio Nahua de Quechultenango, él se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte en el Renown Regional Medical Center en Nevada, pues desde el 24 de mayo sufrió un accidente cuando se encontraba en su trabajo. Su familia entre la desesperación y el mal asesoramiento, se entregó a las autoridades norteamericanas en la frontera de San Ysidro, esperando que le permitieran el paso por temas humanitarios. Grande fue su sorpresa cuando en lugar de encontrar empatía fue expulsada del territorio americano con un castigo no menor a diez años por haber entrado de forma indocumentada a ese país. Mientras la vida de Hugo pende de un hilo, pues tan solo se mantiene por un respirador artificial, a la distancia su esposa Rubí y su pequeño hijo añoran volver a escuchar la voz de su ser amado.
Esas historias son el día a día de las comunidades migrantes, que ante la falta de interés de los diferentes sectores, siguen cobrando vidas. Es ahí cuando deberían de voltear a ver a los tan mencionados “héroes mexicanos” y no permitir que las espurias candidaturas migrantes sigan quedando, de tal forma que no sea como el canto de las sirenas que es bello al oído pero en el fondo es una farsa.
Foto de Arnaud Jaegers en Unsplash. Imagen ilustrativa.